Las manos de mi padre, en las mías. Más blandas, menos forzadas, éstas. Con birome y papel lo recuerdo. Con diodos, resistencias y estaño (que no tenía fin) él le urdía conductos a la electricidad --hilo del Universo-- y no me sonreía. (Versos que dulcifiquen lo poco que se dio, almas menesterosas.)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario