PASAN LOS MESES
Las manos de mi padre,
en las mías. Más blandas,
menos forzadas, éstas.
Con birome y papel
lo recuerdo. Con diodos,
resistencias y estaño
(que no tenía fin)
él le urdía conductos
a la electricidad
--hilo del Universo--
y no me sonreía.
(Versos que dulcifiquen
lo poco que se dio,
almas menesterosas.)
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