DESPUÉS DE TODO
"Podés enloquecer
a gusto", me dijiste
de algún modo la noche
en que nos conocimos.
Yo venía del diablo
de la razón, renuente
y distante, y la luna
se apartaba de mí.
Entonces se soltó
esta boca, y reía,
y mis tristes fantasmas
de pronto enmudecieron.
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