martes, 27 de septiembre de 2016

(s/t)


Brisa ya de mañana.
Y tu cuerpo se entrega
y desfallece, y pide 
más aún, más aún... 

Porque los dos pujamos
por un ardor oscuro,
volvemos a empezar:
fuego, ceniza, fuego... 

El mundo, ese rodillo, 
no tendrá compasión 
por esta sed salvaje. 

Pero por más que extinga 
nuestro deleite, somos 
tuyos, noche desnuda. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario