De nuevo las arañas dispusieron sus telas en los rincones. Algo de vajilla de nuevo sucia, y hay que lavar. Y los pelos y el polvo (puertas abiertas y dos perros), que han de ser barridos: nuevamente. Mundo tenaz, indócil, la casa. Mundo impuro y hermoso: vuelve el limo a salpicar a un cisne, que otra vez se zambulle en su fértil laguna.
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