Y sí: la poesía era menos que nada. Ves las grandes Ciudades por tele: cómo crecen en un segundo, cómo caen: una tras otra. Y la guerra, la hambruna: formas de la miseria que somos, en que andamos. Un hombre toma un libro y nadie lo sabrá: oración que se obstruye, casa sin basamento.
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