lunes, 14 de marzo de 2016

TEMPUS FUGIT


Semanas velocísimas: 
los viernes, cuando veo,
desde el porche, a los chicos 
volviéndose del baile, 
me doy cuenta. Las horas
son, como siempre, enormes,
y los días, ociosos,
con lentitud transcurren.
Pero el sábado vuelve 
a ser ayer; y ni 
qué decir de esa luna
creciente cada vez
que miro al cielo. Salta
el tiempo en un segundo
y los años volaron. 

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